DOLOR, como y cuando combatirlo:
El dolor es un aviso importante que todos se empeñan en destruir, aunque te cueste una enfermedad u otro tipo de alteraciones.
Está claro que el dolor es un síntoma desagradable, que nadie o “casi” nadie quiere sentir, en el que para nada estoy de acuerdo que se tiene que sufrir.
Sin embargo, hoy en día estamos sumergidos en una sociedad acostumbrada a tomar pastillas para casi todo, e incluso sin receta médica y a tomar la cantidad que haga falta para ver si se nos quita de una vez ese dolor que nos incomoda.
Tomar pastillas para el dolor, es como pintar una pared llena de humedades, tomar pastillas de forma constante y diaria nos enferma y llega un momento en que nuestro organismo crea resistencia a esas pastillas, de tal modo, que el efecto que te hacía ya no la tiene… digamos que por mucho que pintemos la pared de humedades llegará el momento que ya no se va a poder por la tal cantidad de humedades que hay en la pared.
Cuando un paciente acude a un fisio por alguna dolencia, éste lo hace cuando el dolor es insoportable, deseando que acabemos con todos sus males en una sesión. El problema que eso será poco probable, sin embargo, ¿se han preguntado por qué?
Para ello hay que entender, que el dolor, no es más que una alarma que ejecuta nuestro organismo, donde nos avisa de que algo está pasando, y al cual debemos de hacerle caso desde el primer momento que nos duele, aunque sea un poco… la solución no es ir a la farmacia para ver que puedo tomar, sino ir al fisio para ver que está pasando.
Tomar el camino fácil a la larga nos llevará a un laberinto con una sola salida difícil de encontrar, es por eso que cuando acudimos al fisio hay tal cantidad de situaciones tan distintas y de causas tan diversas de bastante tiempo, que es el tiempo precisamente que jugará a nuestro favor o en nuestra contra para poder solucionar el problema.
Las causas de un dolor son muchas, pero aquí describo las más importantes:
- Emocional: la mala gestión de las emociones hace que las dolencias aparezcan.
- Malas posturas: los malos hábitos durante horas, días y años provocan dolencias.
- Mala alimentación: nos provocaran inflamaciones que cursan con dolor.
- Caídas, golpes, mal gesto, accidentes.
- No descansar bien.
Para mi, estas son las más principales causas de dolencias, ni una es más importante que las otras, la gran mayoría de las veces, ambas se combinan, por eso depende más de ustedes que de nosotros que estas dolencias aparezcan o no. Y es por eso que la gran mayoría no son puramente físicas sino más bien emocionales o una mezcla de ambas. Si es bien cierto que ayudamos con nuestras manos a sanar, el que curse con menor o mayor violencia depende de ustedes si os cuidáis y de si hacéis caso cuanto antes de los avisos que nos da nuestro cuerpo.