| De pequeño mi madre me hacia comer cosas que no me gustaban, vaya que eso era peor que te viniese una banda de masajistas a domicilio hacia tu casa en Sevilla para darte una paliza. Unas medio las podía tragar. Otras eran un infierno. Un día hizo potaje de chícharos con garbanzos. Los odio. Dios sabe como los odiaba. Bueno, pues mi madre, a cojones y con cojones yo tenía que comerlos. Como si no hubiese otra cosa que se pudiera sustituir. Vaya… que parecía que se había casado con el gigante verde. Entonces, Llego a la mesa y se mascaba la tragedia porque empezaron las arqueadas, ufff ya solo el olor me repugnaba. Cada cucharada la acompañaba con un vaso de agua. Imagínate la cantidad de agua que recibía mi estómago por cada cucharada, por lo menos 250ml de agua. Una locura…. Hasta el punto que me tapaba la nariz para no tener ni que respirar un ápice de ese asqueroso plato (para mi), puede que para ti no pero para mi si. Total, que llego un momento que la repugnancia era tan obvia que mi cuerpo reaccionó. ¿Cómo reaccionó? Pues vomitando. Vomité y vomité y vomité a caños. Literal. Puse la cocina que parecía un pocilga. Cuando terminé estaba entre mal y acojonao porque encima de que no me comí todo el plato, había puesto la cocina patas arriba y con un olor a agrio que ni te imaginas. Yo también acabé salpicado. Una locura vaya…. Y lejos de llevarme una reprimenda y de oir un «¿Que has hecho?» Mi madre con toda la dulzura del mundo me dijo que me fuese a la ducha y que ella lo recogería todo. Cuando me duché y baje a la cocina, ya estaba todo recogido y mi madre me dijo: «Alex perdóname, no sabía que este plato te podía causar tanto mal, perdóname por ser tan cabezota y obligarte a algo que no puedes remediar» Desde entonces, nunca jamás me puso más el potaje de chícharos. Y…. ¿por que te cuento todo esto? Porque no a todo el mundo le sienta bien las mismas cosas ni a todo el mundo le pueden gustar las mismas cosas. No hay que martillar a las personas y pretender que todo el mundo pase por el mismo aro. Y con la fisioterapia pasa lo mismo, no podemos hacer un mismo tratamiento de fisioterapia para todo el mundo, no todo el mundo se va a implicar de la misma manera y no a todo el mundo le va a sentar bien el mismo tratamiento de fisioterapia. Por eso me río de los fisios que están en Instagram y dicen, haz este ejercicio si tienes un dolor en la oreja izquierda… … Jesús, María y José… …. La fisioterapia debe de ser ADAPTATIVA. ¿Qué quiere decir adaptativA? Si queremos que una persona mayor coja fuerza en las piernas y no puede hacer sentadillas para coger fuerza en los muslos, pues habrá que buscar una silla para que las haga. Si queremos que una persona gane más movilidad en un hombro porque le es imposible coger un vaso de agua del mueble de la cocina y le duele muchísimo cualquier movimiento, no podemos forzar ese hombro hasta que chille de dolor, si no que habrá que trabajar con movimientos muy cortitos para que en ese hombro vaya reduciendo la inflamación. Si hay gente que le mola y le sienta bien que se le den palizas de muerte por un masajista a domicilio en Sevilla, pues tendremos más libertad en ese sentido. Pero si hay gente que hasta se marea cuando siente algun tipo de dolor, habrá que darle seguridad y no ser tan brutos para que no quiera abandonar a la primera de cambio. ¿Se entiende esto? Es que como seamos como mi madre que a cojones tenía que darme el pontaje porque tenía la creencia de que era lo mejor para mi (la entiendo), es normal que acabase vomitando. En fin, espero que esto te sirva para cualquier cosa en la vida. Dicho esto, Tengo un servicio de fisioterapia a domicilio donde NO hacemos vomitar a la gente. PD1: Arriva PD2: Si prefieres hablar conmigo directamente es AQUÍ: |
